viernes, 30 de octubre de 2009

MISTERIOS DE LAS MANTARAYAS



Mantarrayas
Criaturas misteriosas
Habitan en mares de aguas templadas a lo largo y ancho del mundo. Pueden llegar a medir 8,4 metros, y pesar alrededor de ¡1.400 kilos!. Aún en muchos aspectos es una total desconocida para el hombre... de hecho es muy probable que sean las criaturas más misteriosas del océano.
Posee un método de defensa muy particular, el cual consiste en un aguijón venenoso ubicado en el primer tercio de la cola. Y aún cuando los humanos no tiene que preocuparse de ser atacados por mantarrayas, deben ser muy cuidadosos cuando entran en contacto con una de ellas.



Son animales que han adaptado su vida a los fondos de arena cercanos a la costa. Suelen permanecer enterradas en esos fondos, para esconderse de los ataques de los predadores. Pero así y todo quedan muy expuestas. Es por eso que éste "ingenioso" animal - ¡la famosa mantarraya!- ha diseñado un método de defensa, el cual consiste en un aguijón venenoso ubicado en el primer tercio de la cola.
Sólo dos familias de rayas poseen este aguijón, el cual tiene una punta sumamente filosa y tiene los lados aserrados, y se ha llegado a definir como "un estilete colocado sobre un látigo".
El aguijón es reemplazado por otro cada cierto tiempo y eso explica porqué algunas rayas presentan dos o tres aguijones. El veneno es producido por un tejido glandular situado en dos surcos paralelos ubicados detrás del aguijón que suele ser proporcional al tamaño de la raya.
En la raya australiana, que llega a medir dos metros de punta a punta de las aletas y a pesar 340 kilogramos, el aguijón alcanza 30 cm. de longitud. Aún cuando los humanos no tiene que preocuparse de ser atacados por mantarrayas, deben ser muy cuidadosos cuando entran en contacto con una.
Fue una de ellas la que atacó al famoso conductor de Animal Planet, el ambientalista australiano Steve Irwin, estrella de la televisión ecológica internacional. Irwin falleció a los 44 años, producto de un colapso luego de ser picado en el pecho por el animal. Esto sucedió mientras realizaba una expedición de buceo en Batt Reef, cerca de la isla Low, a unos 2.100 kilómetros al norte de Brisbane, capital del estado Queensland, al oeste de Australia.
Steve, quien siempre se exponía acercándose a los animales, esta vez se puso encima de la raya venenosa, y la púa de ésta le atravesó el pecho y le hizo un agujero en el corazón. Un helicóptero con rescatistas acudió hasta el lugar cuando el equipo del ambientalista activó la alarma, pero al llegar Irwin ya estaba muerto.
En esa zona, donde él vivía, Irwin fundó un zoológico. También había creado una fundación para la preservación de la fauna salvaje, Wildlife Warriors Worldwide, y patrocinado un hospital para animales silvestres.
Irwin se dio a conocer internacionalmente como Crocodile Hunter ("El Cazador de cocodrilos"), el título de su serie de documentales transmitidos por el canal Animal Planet, entre otros. También para esa estación conducíaVeterinarios a la vanguardia y Croc Files.
Su excentricidad y osadía frente a los animales puso a Irwin dos veces en el medio de escándalos: en enero del 2004, fue criticado por acercar a su bebé de un mes de nacido a un cocodrilo. Y en junio de aquel año salió invicto de un tribunal que lo acusó de haber alterado la vida animal al jugar con ballenas y pingüinos durante la filmación de un documental en la Antártica.
Así son las mantarrayas...
La mantarraya o Manta birostris es de la misma familia de los tiburones. Pueden llegar a medir ¡8,4 metros! y pesar alrededor de ¡1.400 kilos!. Aún en muchos aspectos es una total desconocida para el hombre... de hecho es muy probable que las rayas de mar sean las criaturas más misteriosas del océano.
Las mantarrayas adultas poseen grandes aletas pectorales de forma triangular y aletas cefálicas proyectadas. Tienen piel suave, una boca ancha rectangular ubicada en el frente de la cabeza, y una cola sin espinas. Nadan batiendo sus grandes aletas pectorales.
Habitan en mares de aguas templadas a lo largo y ancho del mundo. Viven en las aguas litorales cerca de la costa y también en mar abierto, donde se alimentan de plancton, peces pequeños y calamares. Generalmente, y al igual que los tiburones, tienen rémoras pegadas a la parte inferior, que buscan las sobras que quedan de su alimentación.
En zonas como las costas de Filipinas, California y el Golfo de México su población se vio diezmada en los años noventa por el descontrol en la caza con arpón. Actualmente se desconoce su población y, por ende, si está o no en peligro de extinción. Se considera una especie vulnerable en las zonas anteriormente mencionadas.
Muy pocos acuarios cuentan con tanques lo bastante grandes y con las capacidades de filtrado necesarias como para albergar mantarrayas. No obstante, ha habido muchos intentos de mantenerlas en cautividad, pero su rechazo a ser alimentadas provoca que mueran a las pocas horas o días de ser metidas en los tanques.
El intento más exitoso hasta la fecha ha sido en Okinawa (Japón) dónde consiguieron mantenerlas durante 36 días. A pesar de los fracasos cosechados hasta la fecha, los grandes acuarios siguen tratando de perfeccionar las técnicas de captura, transporte y mantenimiento de mantarrayas con el objetivo de poder exponerlas en cautividad.
Al igual que los tiburones o delfines, realizan saltos fuera del agua. Se han observado entre ellas tres tipos de saltos: salto hacia adelante, cayendo de cabeza; salto hacia adelante cayendo con la cola, y voltereta.
Estos saltos son utilizados para huir de sus predadores, para quitarse ellas mismas los parásitos y para comunicarse con otras rayas (el ruido provocado al chocar contra la superficie del agua se puede oír y ver desde varios kilómetros de distancia).
Los machos lo hacen también como parte del cortejo, para demostrar su fortaleza, aunque quizás se trate simplemente de una forma de juego.

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